Soledad Garcia Nannig; Maria Veronica Rossi Valenzuela; Francia Vera Valdes
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La música clásica es la corriente musical que casa principalmente la música producida o basada en las tradiciones de la música litúrgica y secular de Occidente, principalmente Europa Occidental. Abarca un periodo de tiempo que va aproximadamente del siglo XI a la actualidad, aunque esta definición no es aplicable a la música realizada en nuestro siglo a pesar de presentar las mismas características,1si bien las principales características del género fueron codificadas principalmente entre 1550 y 1900, que es habitualmente considerado como el período característico de producción de la música clásica.
En un sentido historiográfico, la música clásica se divide en varios períodos: música antigua o medieval, que abarca el período comprendido por la Baja Edad Media en Europa (1000-1400); la música renacentista (1400-1600); la música barroca, que coincide con desarrollo del arte barroco (1600-1750); el clasicismo (1750-1800), que en la Historia de la música y la musicología, es a veces llamado «música clásica»; el Romanticismo (1800-1910); y la música contemporánea, que comprende las distintas corrientes de música clásica del siglo XX, que adopta la composición atonal y disonante y otras tendencias opuestas a corrientes anteriores.
Debido tanto a sus características técnicas, a la creciente profesionalización de la profesión de músico y compositor, y al contexto socio-cultural en el que se desarrolla (bajo el patronazgo de aristocracia, iglesia y burguesía), la música clásica es habitualmente definida como la música de tradición culta.
En ese sentido, la música clásica se distingue de la música popular y de otras formas musicales no europeas por su característica notación musical simbólica, en uso desde aproximadamente el siglo XVI. Dicha notación permite a los compositores prescribir de forma detallada el tempo, la métrica, el ritmo, la altura y la ejecución precisa de cada pieza musical. Esto limita el espacio para la improvisación o la ornamentación ad libitum, que son frecuentes en la música artística no-Europea y en la música popular. Otra característica es que mientras la mayoría de los estilos «populares» tienden a desarrollarse alrededor del género de la canción, la música clásica se ha caracterizado por el desarrollo de formas y géneros musicales altamente sofisticados, y por el empleo de una muy variada y compleja instrumentación. Por ello, la música clásica suele requerir de tanto los músicos como los compositores un alto grado de profesionalización y especialización.
El término música clásica aparece por primera vez a principios del siglo XIX, en un intento para destacar el período como una edad dorada de la música.En la actualidad está asociado a la tradición de música culta y académica descrita arriba, y es a veces sustituido por música culta o música académica para incidir en la existencia de música de corte «clásico» (en oposición a contemporánea), en otros géneros como por ejemplo la música rock (véase Rock clásico)