La música de Better Call Saul.-a

 El 8 de febrero de 2015 se estrenaba Better Call Saul, el spin-off de Breaking Bad cocreado por Vince Gilligan y Peter Gould, y se producía un giro maravilloso dentro del universo: el drama no intentaba repetir ninguna fórmula sino construir su propia historia, con el personaje del abogado Jimmy McGill/Saul Goodman (Bob Odenkirk), y con su pasado y presente amalgamados con una cadencia que poca relación tenía con aquella que proponía Breaking Bad.



Sin embargo, al tenerlo a Gilligan como showrunner, y ocasionalmente como director y guionista de algunos episodios, Better Call Saul lógicamente se emparentaba con su serie madre en el perfeccionismo con el que cada uno de sus capítulos fue construido. A esta precuela no le sobra una secuencia, un personaje, una coma de su guion. Por extensión, tampoco su banda sonora falla: cada canción tiene un porqué, y difícilmente se la pueda disociar de la secuencia en la que está incluida.


“The Winner Takes It All” - ABBA

El segundo tema del disco del grupo sueco ABBA, Super Trouper, editado en 1980, tiene un dejo de literalidad en su inclusión, pero solo en la superficie. La canción se puede escuchar en el último episodio de la cuarta temporada, precisamente titulado “Winner/Ganador”, uno de los mejores de la serie, con un final demoledor. La secuencia en la que suena nos sitúa en un escenario poco frecuente para Jimmy y su hermano Chuck (Michael McKean): un momento de felicidad compartida entre ambos, coronado con un karaoke donde entonan el tema de ABBA, por iniciativa del menor de los McGill. Es un recuerdo hermoso pero, a través del mismo, Gilligan y Gould nos recuerdan que esa compleja relación entre ambos siempre estuvo al filo de cortarse, como eventualmente sucedió.

No hay ganadores ni perdedores en Better Call Saul, ni muchos menos en la rivalidad de esos hermanos. Está ese terreno gris en el que ambos, con sus posturas antagónicas, tienen razón y están equivocados al mismo tiempo. Lo brillante de la serie es su capacidad para transitar esos grises, ese no saber en qué vereda pararse. No es casual, entonces, que el episodio termine con Jimmy convirtiéndose en Saul usando el recuerdo de su hermano para lograrlo. ¿Qué hubo de genuino en su discurso para recuperar la licencia? Quizá la respuesta esté en ese instante efímero de complicidad. Quizá no.

“A mi manera” - The Gypsy Kings

Una de las tantas relecturas de la canción “My Way (Comme d’habitude)”, escrita por Claude François y Jacques Revaux, la hicieron los Gypsy Kings en 1988, y en Better Call Saul pone la piel de gallina cuando el flamenco ingresa en su microcosmos para uno de sus habituales montajes editados de manera magistral. En este caso, la protagonista de la secuencia es Kim Wexler (la gran Rhea Seehorn), pero no la Kim Wexler de la primera temporada sino la de la segunda, quien decide torcer su destino y salir de ese descenso a la habitación de revisión de documentos para ganarse el respeto de la firma HHM. Para lograrlo, empieza a llamar a viejos colegas y compañeros, y a escribir datos en esos post-its que funcionan como espejo de las corbatas coloridas de Jimmy. Nada está puesto al azar, ni siquiera el título de la canción.

“A mí manera” es el equivalente al “tú no me salvas, yo me salvo” que Kim le dice a Jimmy, suerte de anticipo de su evolución que culmina con una quinta temporada en la que conocemos un poco más del pasado de la esposa de Goodman, una mujer fascinante con un guion a su altura, un personaje al que no se subestima nunca.

“Sugar Town” - Nancy Sinatra

Cada temporada de Better Call Saul abre con un flashforward, con el Jimmy en blanco y negro post-Breaking Bad trabajando en una sucursal de Cinnamon en Omaha, Nebraska, como él mismo predijo en su despedida de Walter White (Bryan Cranston). “Mabel”, el primer episodio de la tercera temporada, comienza con la dulzura de la voz de Nancy Sinatra interpretando “Sugartown” de Lee Hazelwood mientras Gene cumple su rutina laboral signada por la monotonía, con ese reloj que se muestra en movimiento, pero que no tiene correlación con lo que él experimenta: esa vida que no es vida, esa vida en la que no es Saul, esa vida del tiempo detenido.

La nostalgia por ese pasado regresa bajo la forma de un tema que funciona por contraste: lo que parece reconfortante termina siendo melancólico. En efecto, esa mirada a la cotidianidad sin color del protagonista culmina con él desplomándose en el piso luego de querer ayudar a un joven arrestado por la policía, al grito de “¡Conseguíte un abogado!”. En pocos minutos, como con cada flashforward, se reasegura que, cambie o no de nombre, intente olvidar o prefiera no hacerlo, hay algo que no es debatible: Jimmy extraña su trabajo y busca cualquier excusa para volver el tiempo atrás.

“Something Stupid” - Lola Marsh

La canción escrita por Carson Parks y popularizada por Frank y Nancy Sinatra le da nombre al séptimo episodio de la cuarta temporada, pero con las voces de Yael Shoshana Cohen y Gil Landau, el originalmente dúo pop israelí Lola Marsh -luego banda-, convocado para realizar el cover por el supervisor musical de Better Call Saul, Thomas Golubić. La elección, una vez más, es inobjetable para uno de los mejores montajes de la serie. La pantalla dividida nos muestra cómo el vínculo entre Jimmy y Kim se va deteriorando con el paso de los meses, mientras ella todavía se recupera de su accidente y él comienza adentrarse en el mundo criminal, el verdadero punto de no retorno.

El final de dicho montaje, con la pareja en lados opuestos de la cama, es un ejemplo más de cómo el drama elige una canción que busca hacer sentir al espectador de un determinado modo para que, en yuxtaposición con las imágenes, padezca otra cosa: en este caso, ese distanciamiento que contrasta con los repetidos “te amo” que se escuchan en las voces deliberadamente más opacas de Cohen y Landau. Mención aparte para el gran trabajo de la realizadora Deborah Chow por esa intro memorable, que culmina con el inevitable y simbólico fundido a negro del lado de la cama de Kim, que permite enfocarse solo en Jimmy y su mirada al vacío.

“Address Unknown” - The Ink Spots

“No estaba pensando en ninguna canción en particular para comenzar la serie, cuyo primer episodio tuve la fortuna de dirigir, pero sí es cierto que todas las aperturas tienen un tono nostálgico que ameritan determinadas canciones, que hay una cierta melancolía en las escenas porque Saul Goodman está en ese estado mental: rememorando los días que se fueron, los mejores días que ya pasaron”, le contó Gilligan a la revista Rolling Stone respecto a cómo se decidió cuál iba a ser el tema inaugural de la serie. El elegido terminó siendo “Address Unknown” del grupo vocal The Ink Spots.

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